Tratamiento coadyuvante a la medicina convencional de parásitos

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A quién interese las últimas entradas de e-Natura os dejo dejo con este texto de Frances Mares. Antes de leer este artículo le sugiero lea los dos anteriores que enlazo. Acompaño el texto con algo de humor

El parasitismo es un tipo de asociación biológica entre organismos de diferentes especies, en la que uno de ellos (el parásito) obtiene beneficio de esta relación y vive a expensas del otro (hospedador o huésped), causándole daño generalmente.

El mecanismo de la relación parasitaria es el producto de una larga y elaborada evolución paralela de las dos especies. El éxito que obtienen las especies en su adaptación al parasitismo depende ante todo de su capacidad de coordinar estrechamente su propio ciclo vital con el del hospedador. Esta estrecha relación genera en el hospedador una respuesta inmunitaria para tratar de eliminarlo y en el parásito, el desarrollo de unos mecanismos de evasión de dicha respuesta inmune, entre los cuales se incluyen la producción de variaciones antigénicas en la membrana, la reclusión en zonas de difícil acceso, la rapidez de multiplicación o la liberación de factores bloqueantes.

Cuando se rompe el equilibrio biológico establecido entre el parásito y el huésped a favor del primero da lugar a la aparición de manifestaciones clínicas, hablando en ese caso de parasitosis o enfermedad parasitaria. Los principales efectos patógenos del parásito son: daño tisular, transformación de tejidos, interferencia mecánica (obstrucción), alteraciones nutricionales y trastornos inmunopatológicos.

Los principales mecanismos de transmisión de estas enfermedades son por consumo de alimentos o agua contaminados, por un vector o por contacto directo. Clínicamente, estas enfermedades son muy variadas y van desde manifestaciones muy leves hasta incluso la muerte.

La dificultad para remediar las enfermedades causadas por parásitos viene dada por la variedad de mecanismos que los parásitos disponen para evadir la respuesta inmunitaria del huésped.

Los parásitos tienen preferencias por determinados órganos donde preferirán alojarse especialmente si encuentran las condiciones apropiadas para su desarrollo produciendo una gran cantidad de diferentes patologías que según la doctora Clark muchas veces son catalogadas equivocadamente como crónicas, incurables o de origen genético.

La Dra. Clark, por su investigación en este campo ha cambiado estos conceptos ya que según ella muchas de las enfermedades catalogadas de origen genético, en realidad no lo son ya que no vienen determinadas por los genes, sino que más bien se desarrollan durante la vida del ser humano muchas veces causadas por la contaminación de parásitos. Gracias a su investigación la Dra. Clark logró asociar uno o varios parásitos y bacterias con determinadas enfermedades Según ella las siguientes enfermedades que a continuación se citan están producidas por diferentes parásitos
Cáncer.- Se lo relaciona con el parasito Fasciolopsis Buski y Ascaris ya que traen consigo el oncovirus NEU. También se relaciona al cáncer con el parasito de la malaria y Clonorchis Sinensis (parasito hepático), Onchocerca, Strongloides… Estos al ingresar al cuerpo traen consigo otros oncovirus como el CMV y EBV…Los oncovirus dan resistencia a las células cancerosas, las vuelven prácticamente inmortales.
Non-Hodgkin Linfoma: Causado por Onchocerca y Fasciola Hepática en el sistema linfático. La oncocerca también es la causa de las varices ya que se aloja en las válvulas venosas, dificulta la circulación y con el tiempo puede ser una de las causas de las venas varicosas.
Hodgkin Linfoma: Dirofilaria en el sistema linfático.
Migrañas: Strongiloides en el cerebro.
Epilepsia: Los ataques epilépticos muchas veces son provocados por larvas de Áscaris en el cerebro.
Dolores menstruales y apendicitis: Enterobius Vermicularis. Este parásito también es muchas veces el causante de agitación e insomnio en los niños, puesto que al encontrarse a nivel rectal causa irritación anal durante la noche.
Colitis ulcerosa y Anemias: Ankylostoma en el intestino en el caso de colitis ulcerosa.
Arritmias y problemas cardiacos: Dirofilaria (también llamado parásito del corazón) en el corazón.
Diabetes. En la mayor parte de los casos de diabetes tanto de tipo 1 como de 2 se detecta en el páncreas el parásito Euritrema Pancreático o el parásito Echinoporyphium Recurvatum.
La Candidiasis se asocia con los parásitos Strongiloides y Ascaris
El Alzheimer, Enfermedad de Crohn, Kaposi, Endometriosis se asocia con el parásito Fasciolopsis Buski.
Pulmonía, Bronquitis, Asma asociadas con el parásito Paragónimus, llamado parásito del pulmón y larva de Áscaris en los pulmones.
Úlcera, Gastritis asociados con la bacteria Helicobacter Pylori.
Fibrosis Quística, Síndrome de Down y Riñones Poliquísticos asociado con Gastrothylax.
Anemia y sangrado interno. Algunos tipos de parásitos se incrustan o agarran de las paredes intestinales o de las paredes de los órganos provocando un sangrado crónico, lo que eventualmente puede producir anemia.
Hepatitis B. El parásito Clonorchis Sinensis suele llevar dentro el virus de la hepatitis B.
Las alergias son producidas frecuentemente por los parásitos Clonorchis Sinensis y Fasciola Hepática que se alojan en el hígado. El Áscaris también es muy común, especialmente en personas que padecen de asma o de eczema. Personas que tiene alergia a los huevos por lo general están contaminadas con la Salmonela en el intestino. Así mismo, las personas que tienen alergia al gluten suelen tener hongos y el parásito Eurytrema Pancreaticum en el páncreas.

Muchas enfermos afectados de enfermedades muy diversas y que no mejoran a pesar los tratamientos supuestamente eficaces pueden que estén mal diagnosticados y padecen una enfermedad parasitaria, porque tal como he escrito en otros artículos estas enfermedades a veces son muy difíciles de diagnosticar y basta darle un antiparasitario coadyuvante a la medicina tradicional como el CLOROYUDOL para que mejoren y es porque su verdadera enfermedad era desconocida, esto se ha comprobado innumerables veces y ha sido realmente sorprendente, además considerando que dicho preparado dietético a base de yodo y cloro carece de efectos adversos y con 15 gotas sublinguales tres veces al día es suficiente, por lo tanto merece la pena probar sobre todo ante cualquier enfermedad donde ha fracasado todo tipo de terapia, el tratamiento es conveniente seguirlo al menos durante tres meses . Pero sigua leyendo para conocer más acerca de estas frecuentes enfermedades en España y en general en el primer mundo.

Para ver indicaciones, ficha técnica etc. Abrir los siguientes enlaces

Según la medicina convencional en España se dan con frecuencia una serie de parasitosis que vamos a intentar explicar a continuación:

PARASITOSIS INTERNAS O ENDOPARASITOSIS

Son aquellas enfermedades producidas por endoparásitos y son las que mayor impacto tienen sobre la salud del huésped. Entre los endoparásitos que más comúnmente afectan al ser humano en nuestro medio se encuentran los parásitos de distribución cosmopolita como G. lamblia, Criptosporidium, Blastocystis hominis (B. hominis), Ascaris lumbricoides yEnterobius vermicularis, entre otros. Mención especial merecen las parasitosis producidas por Echinococcus granulosus (E. granulosus) y Leishmania infantum, por ser endémicas en nuestro país

A continuación se describen las parasitosis producidas por estos parásitos.

Giardiasis

Enfermedad producida por un protozoo flagelado patógeno denominado Giardia lamblia, intestinalis o duodenalis, que parasita en el tracto digestivo de humanos y otros mamíferos. Sus principales características son:

• Ciclo biológico: Giardia lamblia (G. lamblia) vive en forma de trofozoito en la luz del intestino delgado (principalmente en el duodeno), adherido a las vellosidades intestinales por medio de los discos bilobulados. Se alimenta y se reproduce hasta que el contenido intestinal inicia el proceso de deshidratación, momento en el que comienza el enquistamiento del trofozoito. Pierde los flagelos, adquiere una morfología ovalada y se rodea de una pared quística. Los quistes expulsados junto a las heces ya son infectantes. Cuando dichos quistes son ingeridos por un nuevo hospedador llegan al duodeno, donde se disuelve la pared quística, dando así lugar a un individuo tetranucleado que se divide inmediatamente en dos trofozoitos binucleados que se anclan al epitelio intestinal, cerrando así su ciclo vital.

• Clínica: los síntomas producidos por una giardiasis pueden ser desde inexistentes hasta presentar una sintomatología grave. La patología originada por G. lamblia se debe principalmente a los efectos que causan la acción mecánica de adherirse y fijarse al epitelio intestinal. Dichos efectos producen una alteración de las microvellosidades y esto conlleva la aparición de diversas alteraciones fisiológicas más o menos graves, según el mayor o menor deterioro del proceso de absorción. En caso de que la infección curse con síntomas, éstos aparecen tras un período de incubación que dura en torno a 1-3 semanas, y consisten principalmente en diarreas mucosas, sin restos de sangre y meteorismo, dolor abdominal y anorexia. En los casos más graves se puede llegar a producir el síndrome de malabsorción, debido a la destrucción de las células epiteliales del intestino delgado.

Criptosporidiosis

La criptosporidiosis en humanos está producida principalmente por Cryptosporidum parvum, incluyendo en esta denominación a dos especies diferentes: C. hominis y C. parvum. Este protozoo es un parásito monoxeno, es decir, sólo necesita un huésped para desarrollar su ciclo de vida. El principal mecanismo de transmisión es la vía oral-fecal. La infección puede ser transmitida por contacto persona a persona, animal a persona, así como por ingestión de agua o alimentos contaminados. Sus principales características son:

• Ciclo biológico: el desarrollo de este protozoo tiene lugar en las vellosidades de las células epiteliales del intestino. La forma infectante es el ooquiste maduro, que es expulsado en las heces y al ser ingerido por un huésped libera esporozoitos que infectan células epiteliales del intestino delgado y se transforman en trofozoitos. Éstos se multiplican asexualmente y producen merontes de tipo I y merontes de tipo II. Los primeros producen de 6 a 8 merozoitos y los otros sólo 4 merozoitos. Los merozoitos de tipo I producen autoinfección. Los merozoitos de tipo II invaden nuevas células epiteliales y se transforman en microgametos y microgametos, se fusionan y generan un cigoto. En el cigoto se producen esporozoitos potencialmente infectivos para constituir el ooquiste. Finalmente, los ooquistes son liberados vía heces y así se cierra el ciclo.

• Clínica: las manifestaciones clínicas varían si se trata de un huésped inmunocompetente o inmunocomprometido. En el primer caso se presenta hipoxia, diarrea acuosa, náusea, calambres abdominales, pérdida de peso, flatulencia y vómito y normalmente el cuadro se autolimita. En individuos inmunocomprometidos se observan diarreas graves y todos los demás síntomas descritos anteriormente.

• Tratamiento: no existe un tratamiento efectivo contra este parásito.

Blastocistosis

La Blastocistosis es una parasitosis intestinal cosmopolita producida por B. hominis, un polimórfico protozoario reconocido actualmente como causante de enfermedad humana y en torno al cual aún persisten muchas controversias e incógnitas, ya que su taxonomía y patogenicidad no son bien conocidas. Ha sido encontrado en personas de ambos sexos y de todos los grupos de edad, siendo considerado el protozoo intestinal más común en el mundo. Sus principales características son:

• Ciclo biológico: presenta tres estadios morfológicos bien diferenciados. Así, se han podido observar formas vacuolares, ameboides y granulares. El ciclo de este parásito comienza con la ingestión de sus quistes, vehiculizados en agua o alimentos contaminados, los cuales dan origen a formas vacuoladas que se localizan en el espesor de la capa superficial de la mucosa del colon para después formar nuevos quistes que constituyen el estadio infectante al ser expulsados con las heces.

• Clínica: los individuos infectados pueden ser asintomáticos o sintomáticos. Los síntomas que habitualmente se atribuyen alB. hominis son inespecíficos e incluyen diarrea, dolor abdominal, cólico, náuseas, vómitos, meteorismo y anorexia. Generalmente no existen leucocitos ni sangre en heces.

Ascariasis

Se trata de una de las parasitosis de mayor difusión en el mundo y está producida por el nematodo Ascaris lumbricoides. Se caracteriza como sigue:

• Ciclo biológico: realizan parte de su ciclo biológico en los suelos, donde los huevos desarrollan un embrión en su interior. Al ser ingeridos por el hombre por el consumo de alimentos o agua contaminados o al llevarse las manos sucias a la boca, se produce la liberación de las larvas en el intestino delgado. Las larvas penetran la pared intestinal hasta el torrente sanguíneo para continuar con un ciclo migratorio pasando por hígado, corazón, pulmón, vías aéreas superiores y, al ser deglutidas, pasan nuevamente al aparato digestivo, donde finalmente se establecen en el intestino en su forma adulta.

• Clínica: esta enfermedad cursa con una sintomatología muy variable; generalmente es asintomática en el adulto y es en el niño donde vemos la sintomatología más llamativa, en el que suele observarse: disminución de peso, anorexia, retardo del crecimiento, dolores de tipo cólico, diarreas que alternan con períodos de estreñimiento, nerviosismo e irritabilidad, prurito nasal y/o anal, urticaria, salida del parásito por vía bucal o por el ano. La invasión pulmonar puede producir un cuadro de bronquitis asmatiforme.

Oxiuriasis

Es la parasitosis más frecuente en nuestro medio en los niños en edad escolar y está producido por el nematodo Enterobius vermicularis. Es un cuadro de escasa relevancia clínica, pero es frecuente que afecte a todos los miembros de una familia. El ser humano es el único huésped conocido. Se caracteriza como sigue:

• Ciclo biológico: se adquiere por la ingestión del huevo larvado de este helminto, a partir del cual se libera una larva en el intestino delgado que se convierte en adulto en el ciego. Las hembras grávidas migran hasta la región anal principalmente por la noche, cuando el individuo tiene menor actividad. En los márgenes anales liberan los huevos que terminan su proceso embrionario en unas seis horas, formándose una larva, con la que el huevo resulta infectante, situación que facilita la autoinfección por el ciclo ano-mano-boca.

• Clínica: la mayoría de las personas infectadas están asintomáticas. La manifestación clínica más frecuente es el prurito anal y nasal de predominio nocturno aunque puede ocurrir durante todo el día. En algunos niños se pueden observar alteraciones del sueño, irritabilidad y rechinar de dientes. Los síntomas digestivos son infrecuentes, pero algunos pacientes pueden tener dolor abdominal intermitente. Como complicaciones, se puede presentar vulvovaginitis en las niñas, por la penetración del parásito en los genitales femeninos, debido a la proximidad con la región anal. En ocasiones, también puede causar apendicitis por la localización del parásito en esta zona.

Hidatidosis

El término «hidatidosis» hace referencia al desarrollo de la fase larvaria de las especies del género Echinococcus en distintos órganos de los hospedadores intermediarios que intervienen en el ciclo biológico, entre ellos el ser humano. La especie más importante es el E. granulosus, el cual presenta una distribución mundial. El huésped definitivo es el perro y puede transmitirse al hombre al ingerir alimentos o agua contaminados por las heces de los perros parasitados. España se encuentra entre los países europeos con mayor incidencia de la enfermedad en humanos. Sus características principales son:

• Ciclo biológico: el perro actúa como el huésped definitivo y se contamina al ingerir vísceras de otros animales parasitados con quistes hidatídicos, en cuyo interior se encuentran los escólices que van a dar lugar a las formas adultas del parásito en el intestino. Estos cestodos presentan un escólex y tres proglótides solamente, el último de los cuales es grávido y se desprende, eliminando los huevos con las heces del perro. Estos huevos embrionados son la forma infectante para huéspedes intermediarios (mamíferos herbívoros) y el hombre, huésped accidental, el cual los adquiere por ingestión. Los embriones se liberan en el intestino. Atraviesan la pared intestinal y por la circulación sanguínea se establecen en diferentes órganos, principalmente en hígado y pulmones, y con menor frecuencia en cerebro, huesos, corazón y otros tejidos, para transformarse en los quistes hidatídicos.

• Clínica: las manifestaciones clínicas van a depender de la localización y del tamaño de los quistes. En hígado, la ubicación más frecuente da lugar a hepatomegalia dolorosa, urticaria, distensión epigástrica y otros signos y síntomas asociados a la masa (tales como compromiso pulmonar). Cuando el quiste llega a romperse puede producir choque anafiláctico e hidatidosis secundaria por diseminación de los protoescólices. La rotura suele ser ocasionada por tos, tensión muscular, golpes o aspiración. En la afectación pulmonar, el quiste evoluciona silenciosamente hasta complicarse o adquirir cierto tamaño. El quiste no complicado es asintomático o presenta síntomas discretos, como dolores vagos, tos, expectoración y disnea. Si alcanza cierto volumen suele apreciarse una disminución de las vibraciones vocales. Al romperse el quiste hidatídico en los bronquios, se puede eliminar por vómica, acompañada o no de una hemóptisis de grado variable. La localización pulmonar evoluciona más rápidamente que la hepática.

La leishmaniasis comprende un grupo de enfermedades causadas por varias especies del género Leishmania y que se transmiten a los humanos por dípteros flebotomos hembra (Phlebotomus en el «Viejo Mundo» y Lutzomyia en el «Nuevo Mundo»). España es uno de los países en los que esta enfermedad es endémica. Los casos adquiridos en nuestro país, tanto cutáneos como viscerales, se deben a L. infantum pero puede haber otros causados por otras especies en personas procedentes de otros países. L. infantum es la única especie endémica en España y su principal reservorio es el perro. Se caracteriza como sigue:

• Ciclo biológico: el parásito presenta dos formas: amastigote (forma redondeada que parasita el sistema mononuclear fagocítico de los mamíferos) y promastigote (forma flagelada que aparece en el vector). Cuando el mosquito pica a un huésped infectado, ingiere células parasitadas por amastigotes. En el intestino del vector, los amastigotes pasan a promastigotes, se multiplican y migran a la zona bucal. Si el mosquito pica a un ser humano, le inocula promastigotes que entran en las células del sistema mononuclear fagocítico y se convierten en amastigotes. Los amastigotes, parásitos intracelulares, son los que producen las manifestaciones clínicas de la enfermedad en humanos.

• Clínica: existen varios tipos de leishmaniasis, leishmaniasis cutánea, leishmaniasis mucosa y leishmaniasis visceral. En España se detectan casos tanto cutáneos como viscerales. La forma cutánea de la enfermedad (leishmaniasis cutánea) se caracteriza por la aparición de úlceras cutáneas indoloras en el sitio de la picadura, las cuales se pueden curar espontáneamente o permanecer de manera crónica por años. La leish maniasis visceral o kala azar es la forma clínica que se cobra más vidas mundialmente. Se caracteriza por la inflamación del hígado y del bazo, acompañada por distensión abdominal grave, pérdida de condición corporal, desnutrición y anemia. Hay hiperpigmentación de la piel por la invasión de los amastigotes a las células del sistema retículoendotelial. Se produce fiebre progresiva y elevada que dura semanas y alterna con períodos apiréticos. Esta presentación puede ser fatal si no se trata a tiempo, debido a las infecciones recurrentes o complicaciones de los órganos afectados.

PARASITOSIS EXTERNAS O ECTOPARASITOSIS

Las ectoparasitosis son enfermedades producidas por ectoparásitos, es decir, aquéllos que viven en el exterior del hospedador. La mayor parte de los ectoparásitos son invertebrados, en especial artrópodos y entre ellos, insectos como pulgas, piojos, etc. Algunos son hematófagos y otros se nutren de las faneras del hospedador. Su peligrosidad estriba en que suelen ser vectores de microorganismos patógenos como espiroquetas y rickettsias y producir enfermedades graves. Entre las ectoparasitosis más comunes en nuestro medio cabe destacar la pediculosis y la sarna.

Pediculosis

La pediculosis es una infestación cutánea producida por un insecto hematófago, el piojo, que se transmite principalmente por contacto directo y es altamente contagioso. Los tres tipos de piojos que afectan al hombre y se localizan en distintas áreas corporales son: Pediculus humanus capitis o piojo de la cabeza, Pediculus humanus corporis o piojo del cuerpo y Phthirus pubis o piojo del pubis o ladilla. Sus características clave son las siguientes:

• Ciclo biológico: depositan sus huevos o liendres sobre los pelos de sus huéspedes o en las fibras de la ropa en el caso del piojo del cuerpo, fijándolos con un cemento que se seca rápidamente. Las formas juveniles o ninfas nacen con un aspecto similar al de los adultos, estado que alcanzan después de sufrir tres mudas y transcurridas dos semanas aproximadamente.

• Clínica: producen molestias cutáneas por la irritación ocasionada por la saliva del parásito, que produce una pápula rosácea pruriginosa que con el rascado incrementa el edema. Se producen úlceras que se encostran y se infectan fácilmente de manera secundaria. En la zona púbica produce intenso picor y, con frecuencia, se observan en forma secundaria excoriaciones por el traumatismo al rascado.

Sarna

La escabiosis o sarna es una enfermedad de la piel causada por el ácaro Sarcoptes scabiei, llamado comúnmente arador de la sarna. Es una ectoparasitosis de distribución mundial. La transmisión se produce por contacto directo con las personas infestadas o a través de fomites como ropas, toallas y otros objetos personales. Sus principales características son:

• Ciclo biológico: la fecundación tiene lugar en la superficie de la piel. La hembra penetra en la piel excavando túneles en las capas superiores de la epidermis. Los huevos depositados en los túneles eclosionan a los 3-4 días liberando las larvas, las cuales migran saliendo de los túneles para permanecer sobre la piel en costras y escamas. A los 21 días mudan a una ninfa octópoda que penetra la piel y abren nuevas galerías. Posteriormente, se transforman en adultos, completando su ciclo en dos semanas.

• Clínica: el principal síntoma es el prurito, que aumenta su efecto durante las noches y con el calor. El picor está causado por la reacción alérgica del cuerpo ante el parásito, que se manifiesta con granos, ampollas y pequeñas úlceras con costras. No causa fiebre, a menos que exista infección. Las lesiones más típicas son los surcos, líneas grisáceas y sinuosas de 1 a 15 mm de largo, que son el reflejo exterior de una galería excavada en la epidermis por la hembra con el fin de desovar, y las vesículas perladas, del grosor de una cabeza de alfiler, producidas por la secreción del parásito. Las lesiones afectan preferentemente a sitios de piel fina como pliegues interdigitales de muñeca y codos, cara interna de los muslos, escroto en el hombre y pliegue submamario en la mujer. En individuos inmunodeficientes puede darse una dermatitis generalizada.

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